Flama Espirita – Any XXV -  Nº. 117 – Juliol / Setembre 2005

Caixa de texto:  CENTRE BARCELONÈS DE CULTURA ESPIRITA ¡ C. NIZA, 18-20 - SOT. 3ª ¡ 08024 BARCELONA ¡ ESPAÑA

 

 

LÉON DENIS (1846 -1927)

"El Problema del Ser y del Destino": 100 años

David Santamaría

C.B.C.E.

Primer Centenario de la obra "El Problema del Ser y del Destino". El título de la obra ya denota la trascendencia del estudio emprendido por Denis. Estudio de ardua preparación, ya que le exigió leer mucho (gran esfuerzo para sus maltrechos ojos) de muy variados autores, para así asentar su exposición en el testimonio de muchos sabios. Supo, también, redargüir con gran acierto y convicción las opiniones de los, también sabios, materialistas.

"La educación que se da a las generaciones es complicada; no les alumbra el camino de la vida; no les templa para las luchas de la existencia. La instrucción clásica puede enseñar a cultivar, a adornar la inteligencia; no enseña a obrar, a amar, a sacrificarse. Menos aún aprende a formarse una concepción de la vida y del destino, que desarrolla las profundas energías del yo y orienta nuestros entusiasmos, nuestros esfuerzos hacia un fin muy elevado. Sin embargo, esta concepción es indispensable a todo ser, a toda sociedad, pues es el sostén, la suprema consolación en las horas difíciles, la fuente de las viriles (1) virtudes y de las altas inspiraciones". ("El Problema del Ser y del Destino", Introducción). Este párrafo es muy "denisiano"; recoge en pocas palabras la concepción extremadamente voluntariosa y de carácter fuerte ("viril") con que el autor piensa que hay que encarar la vida.

Esta obra es una aportación sólida, contundente, para comprender -desde la perspectiva denisiana- como el Espiritismo tan bien perfilado por Kardec, puede ayudar a las filosofías a responder esas eternas preguntas: ¿Qué somos? ("El problema del Ser") ¿Hacia dónde vamos? ("El problema del Destino"), y ambas cuestiones coronadas con un estudio profundo de "Las potencias del alma" (tercera parte de esta obra).

En la primera parte ("El problema del Ser"), Denis nos habla de la personalidad integral:

"Nuestro yo ordinario, superficial, limitado por el organismo, no es al parecer sino un fragmento de nuestro yo profundo. Este es mucho más vasto, el más rico de los dos: en sus pliegues están registrados un sinnúmero de hechos, de conocimientos, de recuerdos referentes al largo pasado del alma. Durante la vida normal, todas estas reservas están escondidas, como sepultadas bajo la envoltura material. El llamamiento de la voluntad, la sugestión, los moviliza; entran en acción y producen una serie de extraños fenómenos que la psicología oficial registra, sin poderlos explicar". (Cap. IV).

También nos habla de la muerte y de la vida en el Más Allá. Punto y aparte es el extenso estudio

que dedica al mundo de los sueños. Estudio lleno de acertadas opiniones: "El estudio del sueño nos proporciona indicaciones de gran importancia respecto a la naturaleza de la personalidad. En general no se ha profundizado aún bastante el misterio del sueño. El examen atento de este fenómeno, el estudio del alma y de su forma fluidica, durante esta parte de la existencia que consagramos al descanso, nos conducirá a una comprensión mucho más extensa de las condiciones del ser en la vida del más allá." (Cap.V) (2)

Asimismo nos menciona, en términos espiritistas, el "cordón de plata" (expresión popularizada en otros contextos espiritualistas): "A veces, durante el reposo del cuerpo, el alma se aleja, siendo las impresiones de sus viajes y los resultados de sus investigaciones y observaciones los que se traducen en el sueño. En semejante estado, un lazo fluídico la une todavía al organismo material, y por este lazo sutil, especie de hilo conductor, el alma transmite al cerebro su voluntad e impresiones. Por este mismo procedimiento el alma, en las demás formas del sueño, dicta su voluntad a su envoltura terrestre, la inspecciona y dirige" (Cap.V).

"El Problema del destino" es la segunda parte de esta obra. En siete capítulos, Denis estudia a fondo la reencarnación y menciona ampliamente las experiencias de regresión de la memoria efectuadas por José María Fernández Colavida, Albert de Rochas y Esteva Marata (3). Termina esta segunda parte tratando del problema del mal y de la ley de los destinos: "Esta ley inmutable es, ante todo, una ley de equilibrio. Ella establece el orden en el mundo moral del mismo modo que las leyes de la gravitación y de la gravedad aseguran el orden y el equilibrio en el mundo físico. Su mecanismo es a la vez sencillo y grandioso. Todo mal se rescata por el dolor. Lo que el hombre realiza de acuerdo con la ley del bien le procura la quietud y contribuye a su elevación; toda violación =(de las leyes, entendemos)= provoca el sufrimiento. (…) =(Este sufrimiento)= prolongará su acción y volverá a la carga tan largo tiempo como sea necesario, hasta que el ser se abra al bien y vibre al unísono con las fuerzas divinas" (Cap. XIX).

En el capítulo XIII encontramos tres "peros", tres incongruencias que no podemos dejar de señalar. Son opiniones que, por ser precisamente emitidas por un espíritu de la talla de Denis, nos sorprenden y, hasta cierto punto, nos desconciertan. Veamos en que consisten esas incongruencias doctrinales:

En primer lugar, "Las condiciones de la reencarnación son tales que nuestras recíprocas situaciones no pueden invertirse. Casi siempre nuestros grados respectivos de parentesco son sostenidos. Algunas veces, en casos de imposibilidad, un hijo podrá ser el hermano más joven de un padre de otra existencia; una madre podrá renacer hermana mayor de su hijo; pero, jamás las situaciones se invierten". ¿Y por qué no? Nada hay de indecoroso en que las generaciones se vayan sucediendo combinando de diferente manera –es decir, de la mejor manera posible para nuestro adelanto- los diferentes parentescos. ¿Dónde estaría el problema si un padre renace como hijo de su hijo o hija? ¿Por qué sería negativo que una esposa pueda ser la hija en otra oportunidad? La verdad es que no entendemos este razonamiento de Denis.

En segundo lugar, "Ciertos pensadores admiten que la alternación de los sexos, es necesaria para adquirir las virtudes más especiales, dicen ellos, a cada una de las mitades del género humano. (…) Nosotros creemos más bien, según las enseñanzas de nuestros guías (4), que el cambio de sexo, siempre posible para el espíritu, es, en principio, inútil y peligroso. Los espíritus elevados lo desaconsejan". No compartimos estas enseñanzas; los espíritus somos seres asexuados que, según nuestras necesidades, encarnamos como hombres o como mujeres. La más sencilla noción de justicia social ha de llevarnos a esta conclusión. Si la alternancia no fuera una realidad, la evolución espiritual nunca sería completa, siendo, además, totalmente injusta con ambas mitades de la humanidad: por un lado condenaría a las mujeres a estar, durante muy largos períodos de su evolución en franca desventaja social; también condenaría a los hombres a no sentir íntimas sensaciones (como la maternidad) que sólo pueden vivirse en el sexo femenino. Denis se dio cuenta de estas dificultades: "Se nos objetará, quizás, que sería inicuo el forzar a la mitad de los espíritus a evolucionar en un sexo más débil y a menudo oprimido, humillado, sacrificado por una organización social casi bárbara. Pero a ello podemos responder que este estado de cosas tiende a desaparecer de día en día, para hacer sitio a una más amplia equidad". Este texto se escribía en 1905, a los 100 años seguimos en esa tendencia de mejora; pero, sin duda, quedan muchos trechos por recorrer. Cuando la reencarnación sea, poco a poco, un bien común de la humanidad, ese estado de cosas cambiará de manera más acelerada. Los espíritus nos apercibiremos que en nuestras encarnaciones como hombres nos conviene, casi egoístamente, tratar con igualdad a las mujeres para que, cuando encarnemos en el sexo femenino, se nos corresponda con ese buen trato.

En cambio debe resaltarse, como extremadamente positivo, el siguiente párrafo: "Existe un punto de vista, uno sólo, que podría hacer considerar el cambio de sexo como un acto impuesto por la ley de justicia y de reparación y es: cuando los

malos tratos, los graves daños infligidos a personas de un sexo, atraen hacia ese mismo sexo los espíritus responsables, para en él sufrir a su vez los efectos de las causas que ellos hicieron nacer.

Finalmente Denis termina este tema afirmando: "El espíritu femenino, nos dicen los guías, sube con vuelo más rápido hacia la perfección". Poco a añadir: No hay, evidentemente, espíritus femeninos y no, por el hecho de encarnar como hombre o mujer, se asciende más rápido.

 

Y en tercer lugar: "Muchas almas creadas por parejas, son destinadas a evolucionar conjuntamente, unidas para siempre, tanto en la dicha como en el dolor. Se las ha llamado hermanas gemelas; su número es más considerable de lo que se cree generalmente. Ellas realizan la forma más completa, la más perfecta de la vida y del sentimiento y dan a las otras almas el ejemplo de un amor fiel, inalterable, profundo. (…) ¿Qué se harían de su cariño, de sus relaciones, de su destino, si el cambio de sexo fuese una necesidad, una ley? El asunto de las almas gemelas ha sido tratado, también, en otras obras (5) y es, creemos, un tema doctrinalmente claro: no es aceptable esta proposición -aunque sea producto de la enseñanza del mundo espiritual- porque no "cuadra" en ninguna manera con la lógica de la noción de justicia. Esas "almas gemelas" tendrían una evolución privilegiada y, en la evolución, no hay privilegios, no hay excepcionalidades, sólo hay situaciones equivalentes para todos. Ello no obsta, evidentemente, que pueda haber -seguro que las hay- grandes amistades entre espíritus, amistades que perduran para siempre.

La tercera parte de la obra, "Las potencias del alma", explora un terreno en el que Léon Denis es un maestro: La voluntad, El libre albedrío, la disciplina del pensamiento, el amor y el dolor. Veamos algunos párrafos:

"La voluntad es el mayor de todos los poderes. (…) El principio de evolución no está en la materia; está en la voluntad, cuya acción se extiende en el orden invisible de las cosas, como en el orden visible y material. (…) La voluntad, la confianza, el optimismo son otras tantas fuerzas preservativas, otras tantas trincheras opuestas por nosotros a toda causa de desorden, de perturbación interior y exterior. (…) El solo hecho de mirar de frente lo que llamamos el mal, el peligro, el dolor; la resolución de afrontarlos y de vencerlos, disminuye su importancia y sus efectos. (…) Toda alma es un foco de vibraciones que la voluntad acciona. (…) ¿Querer es poder! La potencia de la voluntad no tiene límites. El hombre consciente de sí mismo, de sus recursos latentes, siente crecer sus fuerzas en razón directa de sus esfuerzos" (Cap.XX).

"La libertad es la condición necesaria del alma humana, la que, sin ella, no podría edificar su destino. (…) Si la libertad humana es restringida, por lo menos está en vías de perpetuo desenvolvimiento, ya que el progreso no es otra cosa que la extensión del libre arbitrio en el individuo y en la colectividad. (…) Para ser libre es necesario quererlo ser y hacer el esfuerzo para serlo, libertándose de las servidumbres, de la ignorancia y bajas pasiones. (…) El ser no es verdaderamente fuerte para la libertad hasta el día en que las leyes universales, exteriores a él, se transforman en interiores y conscientes por el hecho mismo de su evolución. El día en que se ha penetrado de la ley y la hace la regla de sus acciones, ha alcanzado el punto moral en que el hombre se posee, se domina y se gobierna a sí mismo. (Cap. XXII).

"Modelamos nuestra alma y su envoltura por nuestros pensamientos; estos últimos producen formas, imágenes que se imprimen en la materia sutil de la cual el cuerpo fluídico está compuesto. Así, poco a poco, nuestro ser se puebla de formas, frívolas o austeras, graciosas o terribles, groseras o sublimes; el alma se ennoblece, se orla de bellezas o se hace una atmósfera de suciedad. Según el ideal perseguido, la llama interior se aviva u obscurece. (…) Nosotros somos lo que pensamos, con la condición de pensar con fuerza, voluntad y persistencia. (…) Pensamos raramente por nosotros mismos, reflejamos los miles de pensamientos incoherentes del medio en que vivimos. (…) Ante todo, es preciso aprender a controlar nuestros pensamientos, a disciplinarlos, a imprimirles una dirección precisa, una finalidad noble y digna" (Cap. XXIV).

"Toda la potencia del alma se resume en tres palabras: querer, saber, amar. (…) Más, por encima de todo, es preciso amar; pues, sin el amor, la voluntad y la ciencia serían incompletas y, a menudo, estériles. El amor las ilumina, las fecunda, centuplica sus recursos" (Cap. XXV).

"El sufrimiento de los animales es ya un trabajo de evolución para el principio de vida que hay en ellos; de este modo adquirirá los primeros rudimentos de la conciencia. Y lo mismo sucede con el ser humano en sus reencarnaciones

sucesivas. Si desde sus primeras etapas terrestres el alma viviera exenta de males, permanecería inerte, pasiva, ignorante de las cosas profundas y de las fuerzas morales que yacen en ella.

"Nuestra finalidad es de ir adelante; nuestro destino es de marchar hacia esta finalidad sin retardarnos y nos olvidamos. Pero cuando nos detenemos en demasía, el dolor viene a empujarnos hacia adelante" (Cap. XXVI).

"(…) vemos en el Universo el inmenso laboratorio donde se afina y se depura el alma humana, a través de las existencias alternativamente celestes o terrestres. (…) La materia es un instrumento de progreso. Lo que llamamos mal, el dolor, no es más que un medio de elevación."

 

 

"Hombre, hermano mío; aprende a sufrir, ya que el dolor es salud. El es el más noble agente de la perfección. Penetrante y fecundo, es indispensable a la vida de quién no quiera permanecer petrificado en el egoísmo y en la indiferencia. (…) En lugar de revolverte contra él o bien de permanecer abatido, inerte o pasivo bajo su acción, asocia tu voluntad, tu pensamiento al fin que él se fija; procura retirar de su pasaje en tu vida todo el provecho que puede ofrecer a tu espíritu y a tu corazón".

"Vosotros, todos los que os encorváis bajo el peso de vuestras pruebas y que lloráis en el silencio, venga lo que viniera, no os desesperéis jamás. Recordad que nada sucede en vano y sin causa. Casi todos nuestros dolores vienen de nosotros mismos, de nuestro pasado, y pensad que nos abren las puertas del cielo (6). El sufrimiento es un iniciador. El nos revela el lado grave, imponente de la vida" (Cap. XXVII).

Las palabras de Léon Denis contienen un bálsamo que reconforta, que anima, que enaltece esas situaciones de privación y desesperanza por las que todos, ayer, hoy o mañana pasaremos. A pesar de nuestro desacuerdo en algunos aspectos de esta obra –como hemos resaltado más arriba-, seguimos pensando que "El Problema del Ser y del Destino" es una obra imponente que merece ser rescatada de la ignorancia en que está en muchos contextos espiritistas. Terminaremos este sentido homenaje a esta obra del genial maestro de Tours, con un párrafo que es una verdadera arenga al optimismo:

"¡Arriba los corazones, los pensamientos, las voluntades! Abramos nuestras almas a los grandes soplos del espacio; elevemos nuestras miradas hacia el porvenir sin límites; recordemos que este porvenir nos pertenece; nuestra tarea es la de conquistarlo". (Cap. XXVII).

NOTAS:

(1) - No pensamos, en absoluto, que este comentario pueda ser tachado de machista; más bien la palabra viril está aquí considerada como sinónimo de poderoso, fuerte, animoso,… Éstos son conceptos que evidentemente pueden ser aplicados indistintamente a hombres y a mujeres.

(2) - Ver también al respecto "El Libro de los Espíritus", números 401, 412 y 437, y ¿Qué es el Espiritismo?: El hombre durante la vida terrestre, párrafo 136.

(3) - Experiencias que, hoy en día, parecen modernas pero que, como se comprueba en esta obra, ya son centenarias.

(4) - Las Enseñanzas de los espíritus son sólo opiniones –sin duda, en ocasiones, altamente cualificadas- y como tales hay que tratarlas. Si son contrarias al sentido común, deben ser rechazadas sin ambages; de ser ciertas, ya se demostrará con el tiempo.

(5) - Como "El Consolador que prometió Jesús", obra mediúmnica dictada por el espíritu Emmanuel a través del extraordinario médium Francisco Cándido Xavier.

(6) - Evidentemente, hemos de tomar esta expresión de "cielo" como un sinónimo de los mundos superiores.

 

FILOSOFÍA

El texto que presentamos a continuación pertenece a uno de los diversos apartados que conforman la exposición que Oscar M. García Rodríguez desarrolló en las "II Jornadas Andaluzas", celebradas en San Fernando (Cádiz), el 1 y 2 de Noviembre de 2002.

Ante la imposibilidad de poder transcribirla íntegramente en un solo ejemplar de Flama Espirita -por lo limitado de su espacio-, pero considerando todo su contenido de gran interés, procederemos a publicar, como iniciamos en el presente número, y de forma sucesiva, las secciones más sobresalientes de dicha ponencia.

UNA VISIÓN DEL ESPIRITISMO PARA EL SIGLO XXI

(VI)

Oscar M. García Rodríguez

"Grupo Espírita de La Palma"

Isla de La Palma - Canarias (España)

Noviembre 2002

EL SENTIDO DE NUESTRA ÉPOCA

Tiempos de cambio

Una atenta observación de la época que nos ha tocado vivir, nos permite descubrir ciertos ejes de movimiento interno, que parecen señalar claramente que somos testigos y prota-

gonistas directos de uno de los períodos más inquietantes y, al mismo tiempo, más interesantes que le ha tocado vivir a la humanidad. Numerosas evidencias proclaman que todo un viejo mundo, con sus valores y estructuras caducas, ha entrado definitivamente en crisis y que desde sus mismas cenizas otro mundo distinto pugna por asomar.

Si vivimos, pues, un tiempo de transición entre dos ciclos evolutivos humanos, ¿qué ocurre siempre en todo momento de cambio o transición? Se produce un aumento general del "movimiento", de la "agitación"; todo se remueve y lo que hasta ese momento se consideraba firmemente asentado se desmorona. Mientras, aparecen novedosos elementos en juego que reclaman, asimismo, novedosas respuestas. Justamente esa sensación de "agitación" o "movimiento" en grado hasta ahora desconocido y a todos los niveles, es lo que parece desprenderse de la situación del mundo actual.

Somos testigos de una época donde el pasado y el futuro se unen. En un mismo tiempo y espacio conviven y se entremezclan actitudes y formas del pasado, del "viejo orden" decadente, con otras actitudes y formas que corresponden al "nuevo orden" naciente. Y es precisamente en este variopinto campo de experimentación, el más contradictorio de la historia conocida en razón de su complejidad, donde se dan las oportunidades para un enorme progreso de cada ser humano, en cuanto individuo, y de la humanidad, como colectivo, o también, por el contrario, si no se adoptan las medidas oportunas, una época donde se presentan en potencia los mayores peligros, aquellos capaces de producir una hecatombe de proporciones planetarias.

Confusión

Si con una única palabra pudiéramos representar la situación del mundo en nuestros días, sin duda esa sería CONFUSIÓN. Nunca, en la historia conocida de la humanidad, se han reunido en un mismo tiempo y espacio tantos elementos contradictorios, tantos motivos para la desazón y al mismo tiempo tantas razones para la esperanza. La contradicción impera fuera y dentro del ser humano.

Esta situación está relacionada, a nuestro modo de ver, con el plan evolutivo de la humanidad y con la necesidad, en función de ese plan, de hacer confluir en una misma encrucijada espacio-temporal todos los elementos que definen e influyen en una determinada concepción del mundo, hasta ahora vigente, con aquellos que representan su alternativa de futuro, para posibilitar a la humanidad una elección consciente que permita el tránsito normal hacia una nueva época. Hoy lo que está planteado, en el ámbito colectivo y en el ámbito individual, es una gran elección: cambiar e inaugurar esa nueva época sobre la base de valores de mayor altura moral de forma consciente y responsable, o hacerlo con más sufrimientos de los necesarios, a empellones, por decirlo así, de las leyes universales.

El célebre escritor libanés Gibran Khalil Gibran dice en una de sus obras que "la verdad no se ve disminuida por venderse en el mercado, pero que cuando se vende en el mercado sólo el sabio es capaz de reconocer su verdadero valor". Hoy todas las posibilidades están puestas sobre la mesa, por decirlo de alguna manera; hoy la Verdad se vende en el mercado, mezclada y confundida con todas las otras mercancías, incluso entre las mil formas de la mentira, porque en los planes espirituales estaba previsto el tiempo en que "todo lo oculto debía ser desvelado"; para posibilitar y obligar a los hombres a esa elección consciente que de paso al nuevo tiempo, pues el nuevo tiempo pertenece a los seres conscientes.

Sólo bajo esta perspectiva, la de un tránsito entre un mundo viejo y un mundo nuevo, puede ser entendido cabalmente todo lo que pasa en el seno de la humanidad actual. Sólo bajo el marco de un cambio de paradigma en el que nuestra humanidad parece que se ve inmersa, adquiere sentido todo lo que sucede.

La mayoría de los seres humanos no son conscientes aún de este proceso y la masa humana, según sus impulsos internos, se polariza esencialmente en tres grandes subconjuntos:

1°.- Los que miran permanentemente al pasado, con cuyos valores se encuentran identificados.

2°.- Los que vegetan en un presente sin raíces y romo de valores de futuro.

 

3°.- Los que habiendo pasado la crisis necesaria previa a cualquier cambio, han comenzado a vislumbrar algunas nuevas y prometedoras directrices, que incluyen valores que parecen delinear un futuro esplendoroso para el ser humano si son adoptados y cultivados conscientemente.

Dichas polarizaciones reflejan actitudes o posicionamientos vitales que se pueden catalogar en otros tres subconjuntos: 1. Regresivas; 2. Coyunturales y, 3. Progresivas.

1.- Regresivas.-

Son aquellas tendencias que unidas a sus consiguientes formas de expresión en los distintos aspectos del quehacer humano, se destacan por sus denodados esfuerzos en mantener principios, valores, hábitos y estructuras del viejo orden, justamente los mismos que están en crisis. Quienes sostienen esas actitudes se sienten satisfechos con el mundo que han heredado del pasado; de ahí que sean incapaces de concebir nuevas alternativas, pues no se les ocurre siquiera cuestionar el sistema establecido. Quien no se plantea preguntas tampoco necesita respuestas.

El surgimiento de otras actitudes diferentes, novedosas, provoca siempre en ellos prevención y rechazo, por la simple razón de no son las que ellos sostienen e implican, en la mayoría de los casos, el removimiento de las bases sobre las que se sienten cómodos y seguros. Ese miedo a perder su "seguridad", los polariza desesperadamente a torno a las viejas ideas, de la misma madera que el náufrago que no sabe nadar, en el ofuscamiento producido por su miedo, se agarra a lo primero que tiene a mano, aunque sea la misma nave que se hunde y que terminará por arrastrarlo al fondo.

Dichas tendencias enarbolan los valores típicos del viejo orden: orgullos nacionales, patrióticos o raciales a ultranza, es decir, por encima de todo; miedo sistemático a cualquier planteamiento nuevo, que se manifiesta como conservadurismo exagerado, intolerancia, afán de supremacía, actitudes prepotentes, ya sea en el ámbito individual, nacional, racial o de clase social, defienden la carrera armamentista y el equilibrio del terror, comparten la idea de la competitividad pura y dura como base para el desarrollo socioeconómico, abogan por un desarrollismo desenfrenado...

2.- Coyunturales.-

Son actitudes propias del momento de transición, de la crisis. No han tenido vigencia antes ni la tendrán después, al menos no en ese grado y amplitud. En su aspecto positivo significan una ruptura con lo anterior y por eso también podríamos llamarlas "rompedoras". En

su vertiente negativa no se desligan definitivamente del pasado adoptando valores y principios de futuro, su carácter es eminentemente pasivo. Es el caso del pasotismo, de las drogas como medio para evadirse de la realidad, del sensualismo planteado como objetivo vital y de todo tipo de tendencias autodestructivas. Su ideal estaría representado por la frase siguiente: "El pasado no nos gusta, el futuro no existe; vivamos a tope el presente sin prescindir de nada, muramos jóvenes y al final seamos un bonito cadáver".

3.- Progresivas.-

Se caracterizan por ser actitudes animosas, optimistas y responsables. Han surgido de un replanteamiento crítico del sistema actual en crisis y de una intensa búsqueda de alternativas, marcadas todas ellas por una visión holística. Tienen en común el deseo de trabajar por el mejoramiento de la sociedad y consideran que es un objetivo posible si se adoptan las medidas oportunas. Cultivan principios y valores como la libertad, la solidaridad, la colaboración, el pacifismo, la unión respetando la diversidad, la justicia social, la no discriminación en razón de raza, sexo, condición social, etc.; desean un desarrollo de la Ciencia y de la Técnica "a la medida humana", es decir, al servicio del ser humano y no al revés y que respete el medio ambiente; proclaman el diálogo como el mejor método para solucionar los

problemas entre los hombres; se orientan hacia el universalismo, superando ilusorias barreras separativas entre los humanos -fronteras, lenguas, razas, clases sociales...-, siendo conscientes de la Unidad fundamental de la Vida.

EL RETO

Una vieja canción que escuché alguna vez decía en su letra: "O eres parte del problema o eres parte de la solución". ¿Qué quiero ser realmente? ¿Una parte del problema o una parte de la solución? Esta es la pregunta que cada cual ha de contestarse con total sinceridad en su interior.

Pensamos que la principal lección de nuestra época radica en saber distinguir todo lo que corresponde al "viejo orden", en disolución, que se muestra incapaz de responder adecuadamente a las nuevas exigencias humanas, al objeto de abandonarlo, de lo que representa el "espíritu del nuevo ciclo evolutivo que se prepara para la humanidad"; es decir, el conjunto de tendencias, actitudes y maneras de pensar, de sentir y de hacer, así como sus formas expresivas consecuentes, que se van revelando como directrices necesarias y adecuadas para salir del presente estado de crisis e inaugurar un futuro luminoso para la humanidad.

 

INFORMACIÓN

► DESENCARNACIONES

El pasado 17 de Mayo de 2005, desencarnó Rafael González Molina. Español afincado durante muchos años en Brasil, a su regreso a España empezó a trabajar en la divulgación del espiritismo basándose en la experiencia acumulada durante el periodo que vivió en el país hermano. A continuación destacamos algunos de los logros obtenidos:

Fue fundador y presidente del "Centro de Estudios y Divulgación Espírita" (CEyDE), con sede en Madrid, promoviendo el "I Congreso Nacional de Espiritismo", del 10 al 12 de Octubre de 1981. Dicha Asociación contaba con el órgano de difusión "Divulgación Espírita", el cual, después de un paréntesis de silencio, fue reeditado en Octubre/Diciembre de 1997, con nuevo formado y periodicidad trimestral. Revista que, salvo error, hace tiempo dejó de publicarse.

En su momento también creó la Editora Espírita Española.

El 20 de Octubre de 1981, logró la legalización en Madrid de la "Asociación Espírita Española".

El 10 de Octubre de 1984, quedó legalizada la "Federación Espírita Española" (FEE), con sede en Madrid, impulsada por la antes citada Asociación Espírita Española y algunos grupos españoles.

En 1992, la FEE, con la colaboración de la entonces creada Confederación Espírita Española (CEE), organiza en Madrid, del 27 al 29 de Noviembre, el "II Congreso Mundial de Espiritismo".

Deseamos a este amigo, emprendedor nato, plena conciencia de su estado en el mundo espiritual, en paz y armonía, bases indispensables para continuar en su trabajo.

También no ha llegado la noticia de que el amigo Manuel Uceda Flores, natural de Jaén, y miembro de la asociación "Luz, Ciencia y Amor" dejó la materia el 17 de junio de 2005. Gran entusiasta de la Idea, nos consta que gran parte de su tiempo lo dedicaba a cruzar correspondencia con numerosas personas a las que hacía llegar sus conocimientos y experiencias. Fue uno de los primeros contactos que tuvimos, después de la etapa de silencio vivida en nuestro país.

Para él nuestros mejores deseos de plenitud en su nuevo lugar.

► V JORNADAS ANDALUZAS DE ESPIRITISMO

Bajo el lema "El Espiritismo y el Mundo Contemporáneo" se celebrarán en Benalmádena (Málaga), del 30 de Octubre al 1 de Noviembre de 2005, las V Jornadas Andaluzas de Espiritismo, organizadas por la Asociación Espírita Andaluza "Amalia Domingo Soler". Precio de inscripción a las Jornadas: 24,00 Euros.

La celebración del acto será en el Hotel Alay de dicha ciudad (Tel. 952 577171 ó 952 577017 (Antonia Guardia – Dpto. Reservas).

Los interesados pueden obtener más información llamando a los teléfonos: 957 452570 ó 699 652295 (Juana María); 952 612977 ó 666 554547 (Isabel); o bien a través de: andaluciaespiritista@latinmail.com

► BOLETÍN ELECTRÓNICO CCEPA

El Centro Cultural Espírita de Porto Alegre (Brasil), lanzó en Mayo de 2005 el número 1 de su boletín electrónico, cuya publicación está a cargo del vicepresidente de la citada asociación, Maurice H. Jones. Para recibirlo vía electrónica los interesados sólo deben escribir a cepa@terra.com.br solicitando su envío.

► AGRADECIMIENTOS

 

El Centre Barcelonès de Cultura Espirita (CBCE), desea testimoniar a través de, éste, su órgano de difusión, Flama Espirita, su agradecimiento a todos cuantos nos han hecho llegar, por diversos medios, sus adhesiones, buenos deseos, y felicitaciones, por nuestro 25 Aniversario.

A todos ellos –miembros fundadores, familiares, colaboradores, asistentes, amigos especiales, representantes de Instituciones y, en particular, a los órganos de prensa espiritista: América Espirita, en su número 83 (www.espiritnet.com.br/america.htm); Abertura, en su ejemplar 203, (www.espiritnet.com.br/abertura.htm), (ambos de fecha Junio 2005), y en la web de la Cepa www.cepanet.org (25 Anos do Centro Barcelonês de Cultura Espírita)-, nuestra más sincera gratitud por su apoyo, afecto, reconocimiento, y por las reseñas publicadas alusivas a dicha conmemoración.

Estas muestras de estima ya forman parte de nuestra pequeña historia.

ACTIVIDADES PÚBLICAS

Conferencias públicas en el CBCE, a las 6 de la tarde, de los sábados siguientes:

17 de Septbre. : De la materia al espíritu.

08 de Octubre : Saber perdonar.

22 de Octubre : Instinto e inteligencia.